Asi que…Rosie O'Donnell hizo un comentario sobre Barron Trump posiblemente ser autista. Todos hemos oído de él. Y si no lo ha (Si usted acaba arrastrado hacia fuera de debajo de una roca en alguna parte), puede simplemente google “Rosie O'Donnell comentario Barron Trump” y se le marcha a la velocidad en aproximadamente 10 segundos. Ocurrió en noviembre, así que no es noticias de última hora.

Pero…con la última ronda de “no atacan el hijo del presidente” los comentarios que reverberan a través de Internet, Ha estado en mi mente otra vez.

Este es el por qué.

Me he sentido bastante incómoda con todo el asunto cada vez desde noviembre. No pude poner mi dedo sobre por qué. Finalmente lo resolví. Esto se debe a llamar a alguien “autista” crea un alboroto. Aparentemente, siendo “autista” es un insulto, y que no está bien.

Trabajo todo el día con la gente en el espectro del autismo. Algunos de ellos son impresionantes. Algunos (lo siento, niños y padres) son pendejos. Tampoco es el resultado directo de su autismo. Si preguntas a las personas con autismo cómo se sienten acerca de ser personas con autismo, obtendrá una variedad de respuestas. Hay mucha gente que se gusta la forma en que están. Hay mucha gente que quiere cambiar algunas cosas acerca de la forma en que están. Ya sabes…algo así como todos los demás. yo, por ejemplo, am grasa. Particularmente no me gusta, pero este no es el único uso que la calidad que definirme. Si alguien me llama FAT, Yo podría sentir ofendido, no porque no es cierto (Está absolutamente), pero debido a la intención del hablante era probable que me marginar de alguna manera.

Ver, no es que las personas no son autistas (por cierto, que realmente debería decir “que la gente tiene autismo”–el lenguaje de persona primero ayuda a cambiar la conversación). Es eso, por tener autismo, que una persona se considera ahora de alguna manera defectuosa, menos que, e indeseable. Es menos sobre el comentario, y más acerca de nuestro erizado inmediata en ella.

He estado buscando en Google de distancia, en busca de otras personas que responden a la situación que comparten mis preocupaciones. No he encontrado mucho. No estoy seguro si eso es porque nadie más lo dijo o porque soy malísima en hacer búsquedas de Google. sin embargo, Calculo que podría utilizar de nuevo diciendo.

Cuando se trata de cómo nos relacionamos con las personas con discapacidad, hemos hecho progresos. llamar a alguien “retrasado” como un insulto ya no se considera aceptable. Todavía, de alguna manera, llamar a alguien “autista” en un esfuerzo para transmitir el insulto es todavía aceptable. Lo ves, los Trump y sus seguidores no se ofendieron que la Sra. O'Donnell llama este niño “autista” porque ella estaba haciendo suposiciones sobre una (presunto) diferencia neurológica, el diagnóstico de una persona sin el beneficio de datos o un título de médico. Se ofendieron porque, en su opinión, Sra. O'Donnell había etiquetado como este niño “inferior” o “menos que” especulando que tenía autismo.

Esto me dice que, como una cultura, todavía tenemos un largo camino por recorrer en el trabajo a través del diálogo sobre la discapacidad en este país. Una persona con autismo es todavía, primero y ante todo, una persona.